Hacer una mudanza es meterse a uno mismo en cajas para llevarse en procesión desde el pasado al futuro con parada en un trastero nuevo, vacío, luminoso y hambriento de cachivaches. Las empresas que las hacen deberían rotular sus furgonetas en tamaño gigantesco: «Se hacen mudanzas y se dan ánimos», porque el que abandona la casa vive esos dí
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